Byron Antonio Hernández González, un niño de 12 años, perdió la vida el miércoles 10 de julio al ser aplastado por un árbol de guayabo derribado por las fuertes ráfagas de viento durante la lluvia que afectó gran parte del país.
El incidente ocurrió mientras Byron estaba dejando comida a su cuñado Marlon Uriel Rodas Estrada, quien trabajaba cortando madera en un beneficio comunitario en La Esperanza, municipio de Jinotega.
Según relató Marlon, "Cuando comenzó la lluvia, le pedí al niño que se resguardara del agua... Estaba con don José María Velásquez, de 63 años, esperando que la lluvia disminuyera cuando de repente cayó el árbol y los alcanzó".
Byron falleció a causa de un severo trauma craneal y fractura frontal, que también le provocó una hemorragia intracraneal. Don José María resultó herido y fue trasladado a un centro médico para recibir atención.
Las autoridades de la Policía Nacional enviaron un equipo al lugar del incidente para investigar más detalles sobre lo ocurrido.