En la mañana del jueves 4 de julio, fue encontrada sin vida Wendy Funes Díaz, de 30 años, en la calle del caserío Villalta del cantón Palo Galán, Usulután.
Según información, la víctima fue lapidada, presentando lesiones producidas por piedras, y residía en el distrito de Santa Elena.
En el momento del hallazgo, vestía una licra tipo pijama de color rojo con negro.
Díaz recibió una llamada telefónica el miércoles 3 de julio alrededor de las 7 de la noche, tras lo cual salió de su residencia y no regresó.
Era madre de dos niños y vivía cerca del cementerio municipal de Santa Elena, Usulután.
La Policía Nacional Civil (PNC) está investigando el crimen y ha acordonado el perímetro mientras procesa la escena del asesinato.
Se ha desplegado personal de la Sección Táctico Operativa (STO) y soldados en la zona en búsqueda de evidencias y posibles responsables.
Hasta el momento de la redacción de esta nota, no se han realizado capturas relacionadas con el caso.
Tanto el oficial de servicio de la delegación policial como el fiscal presente en la escena declinaron hacer declaraciones.
Este trágico evento se suma a la preocupante situación de violencia contra las mujeres en El Salvador.
Según datos de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa), en lo que va del año se han reportado al menos 11 casos de feminicidio.
En 2023, se registraron 46 casos de violencia feminicida según el Observatorio Universitario de Derechos Humanos (OUDH), incluyendo 23 feminicidios o muertes violentas, 21 feminicidios perpetrados por parejas y 2 suicidios feminicidas.
La Policía continúa con las investigaciones para esclarecer este y otros casos de violencia contra las mujeres en el país.