Miguel Flores Rivas fue condenado a 46 años y ocho meses de cárcel por los delitos de violación en menor o incapaz agravada continuada y agresión sexual en menor o incapaz agravada.
Según las investigaciones fiscales, los hechos ocurrieron en el municipio de Comasagua desde el año 2020 hasta el 2022.
En el contexto del confinamiento por COVID19, el imputado se aprovechó que la menor quedó a su cargo pues la madre de la víctima se tuvo que resguardar en otro lugar porque se encontraba trabajando lejos; en este tiempo, el imputado inició con los abusos contra la menor.
Luego de los períodos de cuarentena, la madre retornó paulatinamente hasta su casa de habitación, sin embargo, el imputado seguía tomando ventaja de la situación para continuar con las agresiones en contra de la menor.
Los abusos terminaron cuando la infante comentó la situación con una compañera de clases y esta le comunicó a la maestra, quien interpuso la denuncia ante las autoridades correspondientes y le alertó a la progenitora sobre la situación.
De acuerdo a la versión fiscal, la madre de la víctima se rehusó a colaborar en las investigaciones y la menor fue representada por la Procuraduría General de la República (PGR).
