Los funcionarios le solicitaron a Galvis algún documento que lo acreditara como odontólogo, este aseguró que no tenía porque su conocimiento es netamente «empírico».
El falso odontólogo ya recibió quejas por trabajos mal hechos, sin embargo, seguía ofreciendo sus servicios escasos de experiencia.
Galvis, pasaba consulta en un local comercial conocido como una barbería en el centro de la ciudad, ubicado en la calle Carabobo, parroquia la Fraternidad, y el sitio se conocía bajo el nombre de: Clínica Odontológica y Laboratorio Dental RO-DENT.