El pastor evangélico arrestado como presunto líder de una organización narco en Golfito pasará seis meses en prisión preventiva.
Fue identificado como un hombre de nacionalidad colombiana de apellidos Cortés Franco quien, en apariencia, utilizaba la figura de líder de la iglesia para lavar el dinero obtenido de las ventas de droga.
El caso con el que se le involucra forma parte de las investigaciones judiciales emprendidas bajo el nombre "Operación Altamar". Entre los hallazgos que ha dejado destaca una llamada telefónica entre Cortés y su pareja sentimental, quien también está siendo investigada, durante la cual el implicado deja en evidencia el uso de su investidura para justificar movimientos irregulares de dinero.
“Yo tengo mi credencial de pastor evangelista y yo recibo muchas ofrendas, diezmos y eso no es regulado en el país, es decir, yo puedo decir que gano 10 mil dólares al mes y ¿quién va a decirme a mí que no?”, señala la transcripción de la llamada ocurrida el 10 de agosto de 2022 entre Cortés Franco y su pareja sentimental.
En las diligencias realizadas por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) el pasado 31 de enero, se determinó que la banda criminal estaría conformada por 14 personas colombianas y costarricenses.
El grupo traía la droga desde Colombia, la cual ingresaban al país en lanchas por el Pacífico Sur, donde la resguardaban y luego distribuían por el territorio nacional
Además de Cortés Franco, también se le dictó seis meses de prisión preventiva a su pareja sentimental, una mujer de 60 años de apellidos Beita Chacón, quien es conocida por las autoridades debido a que estuvo ligada con el caso de un tico detenido en Colombia con droga.
También se le dictó prisión preventiva a otras cuatro personas implicadas en el caso, dos de ellas de nacionalidad colombiana, y otras tres quedaron con medidas cautelares.