En diciembre de 2019, un sujeto -que en ese momento tenía 29 años- echó a la calle a su cónyuge luego de amenazarla de muerte.
Ella se vio obligada a irse y dejó a la hija de ocho años que tenían en común en la casa de los abuelos maternos, quienes la cuidaban durante el día y el hombre la llegaba a traer por las noches.
Una noche de agosto de 2020, cuando la menor ya se encontraba dormida, llegó el papá a la cama de la niña y abusó sexualmente de ella.
Luego, le dijo que si contaba lo ocurrido los mataría a todos, por lo que la niña decidió quedarse callada.
En octubre de ese mismo año, la mamá de la niña se armó de valor y regresó a la vivienda, la menor le contó el abuso sexual e interpusieron la denuncia.
Los hechos ocurrieron en una zona rural del municipio de Guaymango, en Ahuachapán.
El Tribunal de Sentencia de Ahuachapán valoró las pruebas presentadas, por lo que el imputado fue declarado culpable y condenado a la pena de 21 años de prisión por el delito de violación en menor o incapaz y un año más de cárcel por el delito de amenazas, en perjuicio de la madre de la víctima, haciendo un total de 22 años de prisión.