El Ministerio de Educación Pública (MEP) se ha referido a la denuncia que realizó una madre no vidente, quien no logró ingresar a la graduación de su hijo, e indicó que no existió ninguna mala intención.
Según dijeron, en la mañana, la ministra Anna Katharina Müller solicitó al director regional, asesor legal y supervisor acudir a la Escuela Arturo Torres, en Esparza, Puntarenas, para conversar con la directora.
"La funcionaria se mostró muy afectada. Ella manifestó que no existió intención alguna por afectar el derecho de la madre de familia", detalla el comunicado de prensa.
La versión del centro educativo apunta a que la limitación de espacio en el lugar donde se realizaría el acto de graduación impidió que ingresaran menores de edad, entre estos la acompañante de la madre de familia ciega.
La escuela le ofreció dejarla en una sala de cuido que se habilitó para menores de edad; pero, según dijo Sandra Ugalde a Teletica.com, ella sería su narradora durante el acto, además de que le ayudaría a tomar fotografías.
"Se le solicitó, respetuosamente, que la niña les acompañara a la sala de cuido que habían preparado, ya que la niña no era una guía para que la señora se desplazara, lo que hace de manera independiente", indicó el MEP.
Asimismo, según el ministerio, dentro del recinto estaba un hermano del estudiante, quien era mayor de edad, información que no coincide con la que brindó la madre.
Ella ha comunicado que su hijo mayor está casado y no pudo asistir porque tenía una cita en el hospital.
"A la madre se le ofreció que dos docentes podían acompañarla en todo momento. A pesar de la propuesta, la madre de familia decidió no ingresar al acto", concluyeron.
Tras el hecho, el MEP indicó que tomará medidas para concientizar a los funcionarios de centros educativos, así como para dividir las graduaciones en 2023 y que puedan participar más familiares