La adolescente de 13 años de edad se encontraba en la iglesia La Ermita en la parroquia San Juan Bautista de la Concordia, en San Cristóbal, estado Táchira, cuando un sacerdote ha llegado bajo los supuestos efectos del alcohol e intentó abusar sexualmente de la menor.
El abuso fue cometido por el sacerdote Nepomuceno Hernández Blanco en el interior de la iglesia. La adolescente al verse atacada, gritó para pedir ayuda y su tía ingresó a la capilla, donde encontró al sacerdote cometiendo abuso sexual sin penetración contra su sobrina.
La mujer forcejeó con el cura y logró salvar a su sobrina de tan aberrada situación y alertó a otras personas en los alrededores.
El hecho ocurrió el pasado 13 de agosto y tras la denuncia de familiares y vecinos, el sacerdote fue detenido por funcionarios adscritos a la Dirección de Investigaciones Estratégicas de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Según la investigación, el sacerdote se encontraba bajo efectos del alcohol al momento de cometer el abuso sexual.
En declaraciones al diario La Nación, Hernández aseguró que se trataba de una posesión demoníaca y no de un acto que cometió de forma consciente.
«No fui yo. Estaba poseído por el demonio, así que no soy culpable. Yo soy un hombre de bien y casto, por eso soy sacerdote», exclamó a la prensa al momento de ser arrestado.
El obispo Mario Moronta lo expulsó: Horas más tarde, la Diócesis de San Cristóbal suspendió a Hernández Blanco. En un comunicado suscrito por el obispo de San Cristóbal, Mario Moronta, expresaron sentirse «avergonzados» por el crimen, reseñó el diario Tal Cual.
«El sacerdote es responsable de sus actos y debe responder por ellos ante la ley civil y eclesiástica. Tiene derecho a su defensa, para lo cual tendrá la asistencia de un abogado que él mismo designe. La Diócesis muestra su preocupación y ofrece su acompañamiento a la víctima de este bochornoso acto», reza textualmente el texto.
La Fiscalía 16º de Táchira acusó a Nepomuceno Hernández Blanco por los cargos de abuso sexual por presuntamente intentar violar a una adolescente de 13 años de edad.
En el escrito consignado ante el Tribunal 2º con competencia en Violencia Contra la Mujer en la entidad, la representación fiscal solicitó la admisión de la acusación, el enjuiciamiento del sacerdote y que se mantenga la privativa de libertad en la sede del PNB en San Cristóbal.