Esta esponja se obtiene del fruto de una planta similar al calabacín, y además mediante una técnica tradicional que aún se realiza hoy en día.
Desde hace un tiempo las esponjas de Luffa están de moda. Son esponjas de origen natural, de textura dura y áspera, que se ablandan al mojarse, y con una gran propiedad exfoliante. Existen varias formas de presentar el producto; algunas se fabrican a partir de fibras trenzadas y entretejidas; otras, mucho más rudimentarias, se presentan directamente con el mismo aspecto, alargado e irregular, que tienen en origen.
A diferencia de las esponjas marinas, de origen animal y pertenecientes al grupo de los poríferos, las esponjas de Luffa, son de origen vegetal y se obtienen del fruto de una planta.
Se trata del género Luffa —de ahí su nombre—, con varias especies muy representativas, entre las que destaca Luffa aegyptiaca, una planta trepadora anual nativa del sur y sudeste asiático, de la familia de las cucurbitáceas.