El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo que Brasil está destruido y prometió reconstruirlo al igual que en 2003, mientras que el actual presidente Jair Bolsonaro eligió atacar a su principal rival para las elecciones del dos de octubre al acusarlo de comandar el gobierno más corrupto de la historia.
En el primer debate de campaña realizado en los estudios del canal de televisión Bandeirantes, los temas que generaron los debates más encendidos fueron la corrupción, la injerencia en la justicia, la respuesta del gobierno a la pandemia de coronavirus y el hambre. En ese sentido, Bolsonaro volvió a negar que existen 33 millones de personas con hambre en el país y manipuló datos para indicar que el plan social actual es mayor que el que pagaban los gobiernos del PT. Lula, por su parte, manifestó que bajo su mandato los pobres "volverán a ser respetados" y aseguró: "Este país se puede arreglar. Ya lo hice una vez".
Del debate, que se llevó a cabo en el estudio de Bandeirantes en San Pablo, también participaron los candidatos Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT); Soraya Thronicke, del partido Unión Brasil del exjuez Sergio Moro; Felipe D'Avila, del libertario Partido Novo; y Simone Tebet, del Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB) del expresidente Michel Temer.