INTRODUCCIÓN
Desde hace ya muchos años, me ha gustado experimentar con las ensaladas. Antes de que se pusiera tan de moda ponerles fruta, llevaba tiempo haciendo eso mismo.
Con el tiempo he ido añadiendo nuevos ingredientes que aportan sabores y texturas sensacionales.
De hecho hoy en día se hacen todo tipo de ensaladas y muchas de ellas llevan su propio nombre, como por ejemplo la conocidísima ensalada “Cesar”, que lleva el nombre del restaurante del cocinero que la inventó. Para esta ensalada he utilizado ingredientes de sabores y texturas muy dispares. Si algún día os atrevéis a hacerla os va a alucinar el resultado, porque no podéis imaginaros que utilizando estos ingredientes, vaya a desembocar en un plato tan delicioso.
Esta receta la inventé cuando trabajaba de cocinero en una bodega y la gente quedó gratamente sorprendida. Espero que os ocurra igual a vosotros.
INGREDIENTES
1 bolsa de ensalada gourmet
8 langostinos cocidos
Mango
Pasas de Corinto
Dados de jamón serrano
Dados de pan frito
Foie para rallar
Salsa rosa (para hacerla, necesitamos kétchup, mahonesa, vodka y zumo de naranja)
PREPARACIÓN
Si la ensalada es de bolsa no hace falta lavarla, solamente airearla y revisarla por aquello de no encontrarnos algún trozo sorpresa.
Personalmente corto algún trozo que para mi gusto viene algo grande, sin embargo he de decir que normalmente viene en perfectas condiciones.
Tras elegir el plato o fuente donde vayamos a montar la ensalada, ponemos en el fondo la lechuga previamente aliñada en un bol, donde habremos añadido ya los trozos de mango y las pasas de Corinto.
Una vez que hayamos hecho lo anterior, procederemos a adornarla. Esparcimos de forma descuidada unos daditos de jamón y pan frito, yo utilizo una rebanada de pan de molde sin corteza, porque me da justo lo que yo quiero.
Al final rallamos por encima un poco de foie previamente congelado y rematamos con unos hilos de salsa rosa. Para hacer la salsa rosa, ponemos en un bol, de un tamaño acorde a la cantidad de salsa que queramos hacer, la mahonesa y vamos añadiendo kétchup hasta que quede del color que más nos guste.
A continuación, y sin dejar de remover, añadimos un chorrito de vodka (sin pasarse, porque el objetivo no es emborracharse) y otro de zumo de naranja.
Estos pasos harán que nos quede una salsa rosa estupenda, como para bebérsela a tragos o comerla con cuchara.