«Había bebido mucho alcohol, no recuerdo nada de lo que pasó». La Policía Nacional, tras una intensa investigación de una semana, ha detenido al hombre que, sin motivo aparente, atacó a dos camareras de un popular bar de Palma y después, enloquecido, destrozó el mobiliario. El Bar Zaguán, propiedad del empresario Patricio Gómez, una persona muy conocida en Palma, está ubicado en la calle Blanquerna y el jueves día 5 de este mes, por la tarde, un individuo de gran altura y corpulencia entró en el negocio y pidió a las camareras una copa.
Lo hizo de malas formas y, sin motivo, se fue exaltando él solo hasta que cogió por el pelo a una de ellas y la agredió. También embistió a la otra e incluso golpeó con una bandeja a un cliente que estaba allí. Fueron segundos de furia desatada, hasta el punto de que el desconocido -que no era cliente- intentó desencajar con sus propias manos una vitrina para lanzarla contra las trabajadoras.
El energúmeno, que vestía con un polo de color negro y unos pantalones grises, se marchó a continuación, pero pudo ser fotografiado antes de su huida. Esa imagen, a la postre, ha sido clave para su detención.
Los agentes de la policía Nacional fueron mostrando la imagen por la zona, en busca de información sobre el corpulento individuo, y finalmente dieron con una pista que les condujo hasta él. El sospechoso, sin embargo, había tenido tiempo para pensar su excusa. Y sostuvo, ante los funcionarios, que esa tarde se le había ido la mano con el alcohol y que no sabía lo que hacía.
De hecho, según él, no recuerda nada de lo que pasó en el Bar Zaguán esa tarde. Patricio Gómez, el dueño, que en ese momento no estaba allí, se mostró indignado con el agresor: «Ese hombre daba miedo, estaba fuera de sí por completo. He presentado una denuncia para que lo detengan cuanto antes, porque podría haber atacado a cualquiera que se hubiera puesto en su camino. Es un peligro»