El hombre se suicidó en el jardín de la vivienda familiar. Estaban empadronados en la localidad catalana, pero residían en una ciudad del suroeste de Francia y viajaba frecuentemente a otros países.
Los Mossos continúan sus investigaciones sobre el crimen machista de Lloret de Mar, en el que un hombre mató este martes a su esposa, Natalija, y a su hija mientras dormían, y, posteriormente, se suicidó en el jardín de la vivienda familiar, de la que aún falta por analizar los aparatos electrónicos para conocer más detalles del suceso.
Fue otro hijo del matrimonio, de 22 años, quien dio la alerta desde Francia al no lograr contactar con su familia y después de que la noche del pasado lunes hablara con ellos y la conversación le dejara inquieto, han explicado fuentes cercanas al caso
En un primer momento, el joven se puso en contacto con un socio de su padre que se desplazó hasta la vivienda, ubicada en la urbanización Els Pinars de Lloret de Mar, y vio desde el exterior el cadáver del presunto autor del doble crimen, Sergey P., ciudadano ruso de 55 años.
El cadáver de Sergey P., quien gozaba de una muy buena situación económica, apareció ahorcado con una cuerda atada a una barandilla de obra que hay sobre un muro de rocas en una de las zonas del jardín.
Fue este socio quien alertó a la Policía Local, por lo que patrullas de la guardia urbana y de los Mossos d'Esquadra acudieron a la casa, en cuyo interior encontraron los cadáveres de la mujer, Natalija P. de 53 años, y de su hija, de 18, muertas en sus camas. La hipótesis que toma más fuerza es que Sergey P. esperó a que las dos durmieran para atacarlas violentamente, primero a la joven y después a su esposa, con un cuchillo y un hacha que aparecieron en el lugar manchados de sangre.
La pareja, originaria de Moscú, estaba empadronada en Lloret de Mar, como otros cerca de 2.500 ciudadanos rusos que residen en esta localidad, y hacía años que pasaba temporadas junto a su hijo en esta vivienda que cuenta con piscina, pista de tenis y donde se guardaban media docena de coches de alta gama. La familia residía, sin embargo, en una ciudad del suroeste de Francia y viajaba frecuentemente a otros países. En Gerona, han guardado este miércoles un minuto de silencio, a la espera del previsto para última hora de esta tarde en Lloret de Mar, donde la delegada de la Generalitat en Girona, Laia Cañigueral, ha lamentado tener que acudir nuevamente a "un acto de rechazo" de un asesinato por violencia machista. "Es importante que todas y todos paremos los pies a esta lacra de la sociedad que debemos eliminar de una vez por todas", ha añadido Cañigueral.
El consejero de Interior de la Generalitat, Joan Ignasi Elena, ha visitado este miércoles la comisaría conjunta de Mossos d'Esquadra y Policía Local de Salt (Gerona), donde también ha confirmado que "todo apunta" a que se trata de un crimen machista, aunque todavía falta conocer el resultado de las autopsias y de otras pruebas para cerrar la investigación. No obstante, el Ministerio de Igualdad ya ha confirmado que se trata de un nuevo crimen machista, con lo que el número de mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas en lo que va de año asciende a 12 y a 1.138 desde que en 2003, cuando se empezaron a contar los casos. El de la hija de la víctima no forma parte de esta estadística y será computado como feminicidio, según han explicado desde Igualdad, cuya responsable, Irene Montero, ha condenado el doble crimen.