El especialista Alfonso Rosales considera que, si una persona está vacunada debidamente contra covid-19, puede dejar de lado las medidas de bioseguridad ya conocidas, como uso de mascarilla en interiores.
El doctor Alfonso Rosales, especialista en epidemiología, coincidió con su colega Ricardo Lara, experto en salubridad, en que «siempre va a haber un riesgo de contagio, porque el virus ahí está y ahí va a estar. Es como el virus de la gripe y del catarro común, están ahí y cuando se dan las circunstancias apropiadas de temperatura, de congregación de personas, existen los brotes de gripe y catarro; y ahora van a existir los brotes de covid», los cuales podrían llegar después de esta normalidad que se vivió en Semana Santa.
Pero la gran diferencia con escenarios anteriores, remarcó Rosales, «es que ya tenemos el armamento para combatirlo, y para evitar que las personas se mueran, que es lo que nos interesa evitar», en referencia a las vacunas contra covid-19 y las mejoras en los medicamentos y tratamientos con que se cuenta en hospitales.
Rosales recordó que el fin último de las vacunas no es tanto evitar los contagios, sino el desarrollo de la enfermedad severa y la muerte. «Ahora, con el descubrimiento de las vacunas y estos medicamentos, que previenen la muerte y la enfermedad severa, creo que ya estas medidas (mascarillas, constante lavado de manos, etc.) están fuera de contexto, y deberíamos comenzar a aprender a convivir con el virus, y evitar que nos siga afectando, porque no solo ha afectado la salud, sino la educación de nuestros niños y la economía», opinó el especialista.
Al consultarle qué pasa con los cerca de 1.5 millones de personas que en El Salvador no han recibido ninguna dosis de vacuna, como lo remarcó el doctor Lara, Rosales dijo que «esas son las personas que van a seguir con riesgo alto de terminar con una enfermedad severa o morir».
Ante esta realidad de miles de personas no vacunadas, Rosales dijo que «la estrategia de vacunación que debería de tener el Gobierno es tratar de convencer a esos grupos vulnerables. Porque de ese 1.5 millones habría que ver qué porcentaje de personas son mayores de 50 años, qué porcentaje tiene una enfermedad que les comprometa su sistema inmunológico, y enfocar los esfuerzos en esos grupos para que se vacunen».
Pero, para Rosales, la población debe aprovechar que 4.6 millones de personas ya recibieron al menos una dosis en el país, y que 4.3 completaron su esquema con dos dosis, un nivel de protección importante como para vivir en un retorno a la normalidad con buen margen de confianza.