Las capturas fueron hechas por policías de Tránsito, en el sector entre un centro comercial y los Juzgados en Santa Tecla, explicaron las parejas de los detenidos
Tres mujeres piden al gobierno de Nayib Bukele que libere a sus esposos, quienes fueron detenidos el viernes 1 de abril, cuando estaban en el punto de taxis, sobre la 19 Avenida Norte de Santa Tecla y fueron acusados de Agrupaciones Ilícitas.
Las señoras califican de arbitrarias las detenciones y ya han pedido ayuda en la Procuraduría General de la República, a la Procuraduría de Derechos Humanos y a los pastores de las iglesias a las que acuden. También han ido a varias bartolinas buscándolos; y para hacer todas esas gestiones han dejado de lado sus trabajos e incluso al resto de la familia.
Luis Alonso Molina Moreno y William Alberto Sánchez García son taxistas, mientras que Edwin Edgardo Villanueva atiende un puesto de pupusas al aire libre, junto a su familia, cerca del punto de taxis. Desde el día de la captura hasta ayer tienen ya 12 días de estar presos.
“Las niñas lloran, me dicen que su papá no lo tienen y me preguntan si se los van a devolver”, dijo la madre de las hijas de Edwin Edgardo. Las hijas tienen 1, 8 y 10 años de edad.
La esposa de Edwin Edgardo manifestó que fue testigo del momento de la detención; la cual ocurrió cuando ella le pidió que cobrara el desayuno a sus dos clientes frecuentes, que eran los taxistas. Uno de los clientes era Luis Alonso, quien dirige el negocio de taxis junto a su pareja.
El emprendimiento ha permitido contratar 8 motoristas, Luis y su pareja también conducen los vehículos. Ellos están comprometidos en matrimonio.
“Llegaron los policías. Llegaron abriendo las puertas del carro, como que ellos hubieran sido unos delincuentes. Como que iban a agarrar gente mala”, dijo la esposa de Edwin, quien prepara las pupusas en el negocio familiar. La prometida de Luis Alonso se encontraba realizando un viaje, cuando se enteró de las capturas.
“Yo siento que eso no es justo. Ellos los pueden investigar. La base está frente a las Cámaras (Tribunales) de Santa Tecla, pues. Pueden pedir las imágenes de video vigilancia. Ahí pueden ver videos de que ellos no han hecho nada malo”, recalcó.
Además de llevarse a los dos taxistas y al dueño de la pupusería; los policías se llevaron uno de los vehículos, exponiendo que en el “movían pandilleros”, según el relato de las angustiadas mujeres. El vehículo que usa William para trabajar como taxista es arrendado, tenía dos días de haber salido del taller, explicó la pareja de William.
“Llegaron en un pick up particular (gris) y eran policías de Tránsito”, declaró la prometida de Luis Alonso.
Una de las hijas mayores de Edwin Edgardo, le pidió a los policías que no se llevaran a su padre; a lo que el agente respondió: “No, si a tu papito no lo estamos llevando. Solo lo estamos teniendo para hacerle unas preguntas, no lo vamos a llevar”, narró la esposa de William. “Le mienten a un niño”, lamentó la mujer, quien preguntó a los policías a dónde serían llevados los tres hombres. La respuesta fue que a la Delegación de Tránsito.
Las tres mujeres comenzaron un camino tortuoso para ubicar el paradero de sus parejas entre delegaciones y bartolinas de San Salvador y La Libertad.
En la delegación policial de Santa Tecla, a las mujeres les informaron que ninguno de los tres hombres tenía órden de captura y les entregaron los teléfonos personales y de trabajo que ellos portaban al momento de la captura. Esos mismos teléfonos les habían sido confiscados como prueba de delitos, al momento de la detención. Pero los hombres ya no estaban en Santa Tecla, sino en El Penalito, al oriente de la capital.
En El Penalito, ellas al igual que tantas otras personas hacían una larga fila para ser atendidas por la PNC.
Cuando estaban ahí, cada una gastó 32 dólares en alimentación y un paquete de artículos de aseo personal para los detenidos en la base de taxi. Pero los tres hombres no estaban, tampoco, ahí. Ellos habían sido trasladados a bartolinas en Conchalío. El domingo 3 de abril, a las 5:30 de la mañana los trasladaron al penal de Izalco, en Sonsonate. Las mujeres se enteraron del traslado a las 6:00 de la mañana del mismo día, cuando una vez más pretendían hacer llegar la comida a sus parejas. El mismo domingo, las mujeres se dirigieron a Izalco.
“Cuando llegamos allá, un policía nos dijo que no podíamos pasar porque era zona restringida. Le dije que yo solo quería saber si podía pagarle comida (a Luis Alonso) porque esa era la preocupación. Y me dijo que no se podía porque eso ya lo daba el gobierno y que yo era experta en andar en penales. (…) Si le estoy preguntando es porque no sé nada le dije.
No es justo que juzguen a las personas así”, contó la prometida de Luis Alonso. Por la sugerencia de otro agente “fui a la Procuraduría de Derechos Humanos a poner una denuncia y luego me dijeron que podía ir a la Procuraduría General de la República a pedir los datos para ver qué día le iban a hacer la audiencia (a los tres detenidos)”, además, “en la PGR me dijeron que a los que agarraron el 1 de abril las audiencias, supuestamente, se las iban a hacer miércoles o jueves, (…) y que si no la hacían esos dos días, que el Juez tenía tres días a más tardar para poder hacerles la audiencia”, aseguró la prometida de Luis Alonso. Ambos dirigen su puesto de taxi desde hace 4 años.
Según relató, la misma mujer, policías y personal de la PDDH le aseguraron que lo más probable es que los tres hombres permanezcan detenidos seis meses, el plazo de investigación bajo prisión provisional, como han sido las últimas sentencias conocidas de los Juzgados Especializados. “Yo no entiendo por qué le mienten a la gente agarrando gente inocente que no debe nada. Pues, uno está de acuerdo que agarren culpables que sí tienen que pagar, pero no gente inocente”, dijo la compañera de vida de Edwin Edgardo, quien le ayuda a llevar adelante el negocio de pupusas con las compras en los insumos y cargando la plancha por ella.