Karla era una chica que le gustaba la comida rápida, ella comía hamburguesas, pollo, hot dogs, tacos y tortas gigantes, el trabajo tampoco le permitía comer saludable. Siempre iba a un lugar local a comer hamburguesas, era la clienta que mínimo iba cuatro veces a la semana, el cocinero, siempre la veía, y saludaba pero era raro siempre que llegaba al local no dejaba de mirarla, le incomodaba pero al final se le olvidaba.
Un día el cocinero le dijo si tu fueras parte de la una hamburguesa, serías la carne ideal, y le puso una sonrisa, ella en su mente pensó si me quiere hacer un cumplido fue el peor comentario.
Un viernes en la tarde ella fue por su hamburguesa al intentar morder la rebanada de carne tenía algo duro, por más que intento morderla no pudo, al quitar el pan y los demás ingredientes, no podía creer lo que veía había un dedo humano, todavía tenía la uña y lo que no pudo romper, era el hueso, sintió náuseas, fue al baño y en definitiva vómito, después llamó a la policía sin que nadie se diera cuenta, salió y reclamo su hamburguesa el cocinero se puso nervioso pero le comento que revisaría con el vendedor de carne y con las autoridades, ella estaba enojada y por fin se iba de desquitar de la mirada del cocinero, le dijo que la policía iba en camino, el cocinero trató de huir, camino hacia la puerta trasera, pero al abrirla la policía ya estaba, lo detuvieron y examinaron la carne se dieron cuenta que en la bodega había ropa de personas, y huesos humanos, en la trituradora había más carne, al investigar de donde salían los cuerpos, nadie creería que esta persona hurtaba cuerpos de cementerios cercanos, toda, la carne que comían era carne humana, desde ese día Karla desconfía de comer carne en algún local