Así dice la acusación que por asesinato agravado se tramita en el Juzgado Séptimo
Distrito Penal de Juicio de Managua, donde salió a relucir el atroz crimen.
Milton Huete Sánchez, al brindar su testimonio ante el juez Melvin Vargas, aseguró haber visto a Marcos Silva tomarse la sangre que brotaba de los ojos de César Flores. Antes, Silva le había clavado un cuchillo en los ojos a la víctima.
Todo inició con una discusión entre Flores y Silva, porque este se quería quedar con el dinero del vuelto de una botella de aguardiente que le mandaron a comprar, según el testigo Huete.
“Marcos (Silva) me dijo ‘andate que ando con ganas de matar a alguien’ y que quería sangre”, relató el testigo, quien detuvo el dantesco capítulo de vampirismo dándole un batazo en la espalda al agresor.
Milton Huete también refirió que a otro de los borrachitos que tomaba licor con la víctima y el acusado, le recomendaron que se retirara, porque Marcos Silva era capaz de todo.
Días de agonía
María Auxiliadora Hurtado Sánchez, madre del hombre a quien Silva le clavó el cuchillo en los ojos, narró que se enteró de lo sucedido cuando una vecina llegó a su casa a decirle que su hijo estaba herido en una calle.
“A mi hijo los médicos lo intubaron y le lavaron los ojos”, narró María Auxiliadora Hurtado, quien pide justicia.
Citando a otras personas que presenciaron el crimen, María Auxiliadora Hurtado refirió que el acusado con la mano derecha le apretaba el cuello a su hijo y con los dedos de la mano izquierda se untaba sangre que luego se lamía.
Flores murió el 6 de febrero de 2022 en el hospital, tras haber sido operado tres veces.
El juicio por este asesinato está previsto concluya el próximo viernes 1 de abril y en esa fecha se espera brinden su testimonio dos médicos forenses. El primero valoró el estado clínico de César Flores cuando estaba hospitalizado y el segundo se encargó de hacer la autopsia.
“Que rico te estoy comiendo”, decía Marcos Junior Silva Amador, de 18 años, a César Flores Hurtado, de 34 años, mientras le lamía la sangre que le brotaba de los ojos, la noche del pasado 1 de febrero, en San Rafael del Sur.