El Congreso de El Salvador reformó este miércoles el código penal para aumentar de 9 a 45 años de prisión la pena máxima por pertenecer a pandillas, una decisión tomada en medio de un estado de excepción impulsado por el presidente, Nayib Bukele, para frenar la violencia de esas bandas. La reforma al artículo 345 del Código Penal fue aprobada con los votos de 76 de los 84 diputados del Congreso unicameral, controlado por aliados de Bukele. La reforma establece que "el que tomase parte en una agrupación, asociación u organización ilícita" como las pandillas "será sancionado con prisión de veinte a treinta años", y si son "cabecillas" la pena de prisión será de 40 a 45 años. Antes de la reforma, la pertenencia a pandillas se castigaba con prisión de tres a cinco años, y si era cabecilla la pena era de seis a nueve años.
"Hoy sí se castigará como se debe el pertenecer a las pandillas", dijo Caleb Navarro, diputado del partido Nuevas Ideas, aliado del mandatario. El incremento de la pena de prisión por pertenecer a pandillas ocurre después de que, el pasado domingo y a petición del presidente, los diputados aprobaran un régimen de excepción para enfrentar la violencia de esos grupos, considerados como "terroristas". 87 muertes La medida, que restringe libertades civiles y amplía poderes a la policía y el ejército, fue adoptada después de que el pasado fin de semana las pandillas generaran una ola de violencia que dejó 87 muertos. La reforma al Código Penal también establece que quienes "promuevan, ayuden, faciliten o favorezcan la conformación o permanencia en las agrupaciones" de pandillas recibirán una pena de 20 a 30 años de prisión. Según las autoridades, las pandillas además de obtener dinero mediante las extorsiones, también se nutren financieramente del tráfico de drogas. Por ese motivo, el Congreso también reformó la denominada Ley Reguladora de las Actividades Relativas a las Drogas, en la que introdujo un nuevo inciso para castigar con no menos de 20 años para los miembros de pandillas que trafiquen drogas. Las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, entre otras, tienen unos 70.000 miembros en El Salvador. El Salvador cerró 2021 con una tasa homicidios de 18 muertes por cada 100,000 habitantes, según datos oficiales. El total de homicidios, 1,147, también representó una reducción frente a 2020, cuando hubo 1.341.