La virgen del Zodiaco tiene una interesante historia detrás de sus estrellas dentro de varias culturas ancestrales. Las constelaciones dan origen o son causa de incontables historias sobre el Cosmos, con un despliegue de leyendas y mitologías sobre su nacimiento.
A través de las figuras imaginarias que forman, observamos nuevas estrellas, planetas, galaxias y nebulosas. En el Zodiaco, cada uno de los signos tiene su propia constelación en el espacio, todas formadas por una gran variedad de estrellas y detrás de su significiado y posición astrológica, se esconden también relatos milenarios sobre su origen. Comenzamos en el mes de Virgo con la 'virgen' del Zodiaco, formada por una de las constelaciones más grandes del espacio y también de las más visibles en el cielo. Cuenta con alrededor de 169 estrellas, de las cuales tres en realidad son las más brillantes.
La estrella más brillante en Virgo es Espiga, o Spica, mientras que la segunda es Porrima. Con todas sus estrellas, Virgo es considerada la segunda constelación más grande del Universo, entre las 88 catalogadas hasta estos días, tan sólo superada por la Hydra. Se suele representar a la figura de Virgo como una mujer – la virgen – que lleva consigo dos gavillas de trigo.
La primera de ellas viene señalada justamente por su estrella más grande, Espiga, que hace referencia a la tradicional espiga de los agricultores que vivieron en viejas civilizaciones como la Edad Media, y que con ella se usa de referencia más grande para ubicar la posición exacta de Virgo en el cielo.
La constelación de Virgo siempre se ha considerado femenina, y ha estado especialmente asociada con la tensión existente entre la fertilidad y pureza a través de varias culturas. Por ejemplo, en la mitología griega, Virgo es la representación de Astraea, o también Dice, hija de Zeus con Temis, la diosa de la justicia para la humanidad.
Ella nació mortal y fue enviada a la Tierra para ayudar a administrar justicia y orden, como le enseñó su madre.
Con sus hermanas, era una de las Horas, también conocidas como las Titánides, y era considerada la más importante entre las diosas vírgenes. Durante la guerra de los Titanes luchó junto a su padre Zeus cargando los rayos que el dios usaba como arma, por lo que consiguió su permiso y bendición para conservar su virginidad por toda la eternidad, convirtiéndose en la única titánide que hizo algo así. Se dice que vivió entre los humanos solamente durante las llamadas Era de Oro y Era de Plata, administrando justicia. La mitología griega también cuenta que fue la última inmortal en vivir entre la humanidad.
Cuenta la mitología griega que cuando nació la Raza de Bronce, a la que detestaba, pronto se aburrió de la humanidad, que comenzaba a desafiarla, y decidió dejar la tierra y subir al cielo. Su padre, Zeus, la dejó establecerse junto a la constelación del Boyero, acompañada a un lado por Leo y al otro por Libra. Desde entonces se suele representar a Virgo no sólo como una bella virgen, sino también como una figura alada, que tiene entre sus manos tanto una espiga de maíz como los rayos que le pasaba a Zeus para sus batallas. Libra es representada por su hermana titánide, que también administraba justicia, por lo que ambas están juntas en el firmamento.
La constelación de Libra, representada por una balanza, se encuentra justo al este de Virgo, "sujeta por la mano" de Astrea, la diosa virgen de la justicia.