El periodista Beto Ortiz fue consultado sobre cuĆ”ndo considera que saldremos de la crisis polĆtica en la que el paĆs se encuentra.
En diĆ”logo con El Comercio, el comunicador sostuvo que “saldremos de esta crisis cuando los jĆ³venes renuncien a ser un rebaƱo que se deja arrear por histĆ©ricos tiktokers, mermeleros internacionales, hĆpsters morados, regias verolovers, odiadores que tuitean desde Londres, periodistas despedidos de la tele y actrices sin mĆ”s papel que el de influencers del lapicito”.
“Cuando los mismos cuatro caviares blancos o beige –con esas Ćnfulas de superioridad moral que los caracterizan– dejen de pasarse bobas consignas por WhatsApp, les hagan copy-paste y las tuiteen al unĆsono para volverlas ‘trending topic’ y sentir que hicieron patria. Cuando Keiko pierda el miedo a JosĆ© Domingo y se siente a conversar con “ese seƱor rayadazo” apodado ‘Porky’ y salgan del closet juntos en conferencia de prensa y se asuman como lo que son: lĆderes de la derecha avergonzada, mientras De Soto sigue robando cĆ”mara en la puerta de Palacio”
“Cuando ‘Porky’ pare de soƱar que habrĆ” elecciones limpias o de rezar por la salvaciĆ³n del alma de Valer o de creer que su egregio almirante Montoya le es leal o le interesa otra cosa que convertirse en presidente del Congreso, aunque para ello tenga que pactar con Antauro, que ahorita sale. Cuando AcuƱa ponga al paĆs por encima de sus negocios y le quite de una vez, a este gobierno mamarrachento, el oxĆgeno incomprensible con que lo ha mantenido vivo demasiado tiempo. Cuando la bancada de AcciĆ³n Popular deje de trapear los pisos del Congreso con la memoria de Belaunde y renuncie a ser cĆ³mplice de una banda que se zurra en la misma democracia que a Ć©l le costĆ³ una vida restaurar. Cuando doƱa Maricarmen Alva revalĆŗe las prioridades de este Congreso dopado al que se le pasea el alma”
“saldremos de esta crisis cuando un Poder Judicial independiente –que no es este– ponga a Bermejo y CerrĆ³n donde corresponde: en la cana; cuando Boluarte renuncie a la vicepresidencia y, con ello, a seguir siendo la Ćŗltima esperanza roja. Cuando Pedro Castillo, inexorablemente, sea vacado, acusado, juzgado y condenado. Pero saldremos de esta crisis, sobre todo, cuando los grandes medios de comunicaciĆ³n renuncien al rol de odaliscas que danzan al ritmo que el rĆ©gimen les toca y vuelvan a hacer periodismo.”