A continuación podrás leer 10 prácticas muy utilizadas por los psicólogos para el tratamiento de la depresión. Todas ellas han demostrado ser muy eficaces para poder superar el trastorno depresivo. La mayoría de ellas son de orientación cognitivo-conductual y con una amplia verificación experimental.
Estás prácticas no son sólo recomendables para las aquellos que atraviesan un periodo depresivo sino también para todos aquellos que no teniendo ningún trastorno del ánimo deseen potenciar su capacidad para enfrentarse a los desafíos de la vida, aumentando su asertividad, inteligencia emocional, energía personal o capacidad para la ecuanimidad (capacidad para aceptar los diferentes estados emocionales).
Si estás en tratamiento de depresión con psicólogo o psiquiatra puedes consultarle sobre la aplicación de los métodos que puedes leer a continuación:
1. Consejos para Mantener Un Cerebro Sano
"muy pocos tenemos la conciencia de nuetro cerebro, que muy importante en la vida de nuestros salud, emocion , y la riqueza"
1.- Comer menos
Comer más de lo necesario aumenta el nivel de estrés oxidativo del organismo, que afecta a las proteínas, lípidos y al cerebro. Comer menos y más saludable aumenta la producción de neuronas en el hipotálamo, región del aprendizaje y la memoria, mejorando la sinapsis y favoreciendo los mecanismos de reparación neuronal.
2.- Hacer deporte de forma regular
El deporte es salud, y al practicar ejercicio aeróbico de forma continuada segregamos sustancias que mejoran la plasticidad cerebral, mejorando de este modo la sinapsis entre neuronas, que son la clave del aprendizaje y la memoria.
3.- Hacer ejercicio mental todos los días
Es muy recomendable ejercitar la mente diariamente. Para ello debemos buscar actividades que nos llamen la atención y que nos reporten satisfacción, como puede ser el aprendizaje de un nuevo idioma o simplemente leer una novela.
4.- Viajar mucho
La rutina es nefasta para nuestro cerebro, por lo que es bueno realizar actividades que nos hagan salir de ese estado. Viajar conlleva ver cosas nuevas, generando un cúmulo de emociones que es lo que hace que se muevan nuestras neuronas. E incluso cambiar el recorrido para ir al trabajo “despierta” nuestras neuronas.
5.- Vivir acompañado
Para disponer de una buena salud mental es fundamental tener una buena relación con la gente que nos rodea, ya que la comunicación con otras personas provoca estímulos que favorecen al funcionamiento de nuestro cerebro.
6.- Adaptarse a los cambios
La sociedad avanza a un ritmo muy alto y continuamente vemos cambios en el entorno que nos rodea. Es fundamental aceptar esos cambios y adaptarnos a ellos, ya que de lo contrario nos puede causar estrés emocional, afectando a la salud de nuestro cerebro. Por ejemplo, puedes crear tu web si todavía no tienes un sitio en Internet.
7.- Evitar el estrés crónico
El estrés es muy dañino para nuestro organismo ya que libera hormonas glucocorticoides que dañan las conexiones cerebrales. Para contrarrestar esto lo mejor es hacer tomarse las cosas con calma y no sobrexcitarse demasiado.
8.- No fumar
Fumar es muy perjudicial para nuestro cerebro, ya que puede provocar pequeños infartos cerebrales que afecten a nuestra memoria. Además, la nicotina produce la reducción de la memoria y la atrofia y muerte de las neuronas, de ahí la importancia de dejar de fumar para disfrutar de un cerebro sano.
9.- Dormir bien
Nuestro cerebro necesita entre 7 y 8 horas de sueño reparador para que pueda borrar todos aquellos datos que no sean necesarios, y afianzar las cosas que sí sean de interés para la persona. También es importante descansar bien, cómodamente, ya que durante ese tiempo se reparan los tejidos que pudieran estar dañados.
10.- Evitar el apagón emocional
A lo largo de nuestra vida es necesario buscar aquellas cosas que nos provoquen emociones, ya que éstas son las que nos proporcionan fuerzas y ganas para vivir. Se puede decir que son el motor de nuestro organismo, las que nos hacen seguir adelante.
11.- Agradecimiento
Una de las acciones que mejor sientan a las personas son los agradecimientos. Gracias a esta acción se estrechan vínculos con la otra persona haciendo que nos sintamos emocionalmente mejor, a la vez que hace que nos libremos de viejas rencillas que provocan tensiones y estrés a nuestro organismo.
12.- Disfrutar de las pequeñas cosas
En ocasiones es mejor disfrutar de las cosas pequeñas que no hacernos ilusiones con cosas difíciles de obtener, las cuales nos pueden causar una gran decepción si no somos capaces de conseguirlo. Por ejemplo, contemplar una puesta de sol, escuchar música o salir a bailar.
Comer más de lo necesario aumenta el nivel de estrés oxidativo del organismo, que afecta a las proteínas, lípidos y al cerebro. Comer menos y más saludable aumenta la producción de neuronas en el hipotálamo, región del aprendizaje y la memoria, mejorando la sinapsis y favoreciendo los mecanismos de reparación neuronal.
2.- Hacer deporte de forma regular
El deporte es salud, y al practicar ejercicio aeróbico de forma continuada segregamos sustancias que mejoran la plasticidad cerebral, mejorando de este modo la sinapsis entre neuronas, que son la clave del aprendizaje y la memoria.
3.- Hacer ejercicio mental todos los días
Es muy recomendable ejercitar la mente diariamente. Para ello debemos buscar actividades que nos llamen la atención y que nos reporten satisfacción, como puede ser el aprendizaje de un nuevo idioma o simplemente leer una novela.
4.- Viajar mucho
La rutina es nefasta para nuestro cerebro, por lo que es bueno realizar actividades que nos hagan salir de ese estado. Viajar conlleva ver cosas nuevas, generando un cúmulo de emociones que es lo que hace que se muevan nuestras neuronas. E incluso cambiar el recorrido para ir al trabajo “despierta” nuestras neuronas.
5.- Vivir acompañado
Para disponer de una buena salud mental es fundamental tener una buena relación con la gente que nos rodea, ya que la comunicación con otras personas provoca estímulos que favorecen al funcionamiento de nuestro cerebro.
6.- Adaptarse a los cambios
La sociedad avanza a un ritmo muy alto y continuamente vemos cambios en el entorno que nos rodea. Es fundamental aceptar esos cambios y adaptarnos a ellos, ya que de lo contrario nos puede causar estrés emocional, afectando a la salud de nuestro cerebro. Por ejemplo, puedes crear tu web si todavía no tienes un sitio en Internet.
7.- Evitar el estrés crónico
El estrés es muy dañino para nuestro organismo ya que libera hormonas glucocorticoides que dañan las conexiones cerebrales. Para contrarrestar esto lo mejor es hacer tomarse las cosas con calma y no sobrexcitarse demasiado.
8.- No fumar
Fumar es muy perjudicial para nuestro cerebro, ya que puede provocar pequeños infartos cerebrales que afecten a nuestra memoria. Además, la nicotina produce la reducción de la memoria y la atrofia y muerte de las neuronas, de ahí la importancia de dejar de fumar para disfrutar de un cerebro sano.
9.- Dormir bien
Nuestro cerebro necesita entre 7 y 8 horas de sueño reparador para que pueda borrar todos aquellos datos que no sean necesarios, y afianzar las cosas que sí sean de interés para la persona. También es importante descansar bien, cómodamente, ya que durante ese tiempo se reparan los tejidos que pudieran estar dañados.
10.- Evitar el apagón emocional
A lo largo de nuestra vida es necesario buscar aquellas cosas que nos provoquen emociones, ya que éstas son las que nos proporcionan fuerzas y ganas para vivir. Se puede decir que son el motor de nuestro organismo, las que nos hacen seguir adelante.
11.- Agradecimiento
Una de las acciones que mejor sientan a las personas son los agradecimientos. Gracias a esta acción se estrechan vínculos con la otra persona haciendo que nos sintamos emocionalmente mejor, a la vez que hace que nos libremos de viejas rencillas que provocan tensiones y estrés a nuestro organismo.
12.- Disfrutar de las pequeñas cosas
En ocasiones es mejor disfrutar de las cosas pequeñas que no hacernos ilusiones con cosas difíciles de obtener, las cuales nos pueden causar una gran decepción si no somos capaces de conseguirlo. Por ejemplo, contemplar una puesta de sol, escuchar música o salir a bailar.
CLAVES
Clave 1: Actívate.
Es fundamental para poder superar una etapa de desánimo y pérdida de interés por las cosas el realizar actividades que te hagan sentir algo mejor. Si bien es verdad, que cuando se está deprimido no tienes ganas ni crees que el hacer actividades te sirva para nada, sin embargo, la ejecución de actividades permite incrementar tu nivel de energía física y mental, desenfocar la mente de los pensamientos negativos obsesivos y poner a prueba y refutar los pensamientos negativos.
La práctica consiste en que selecciones un grupo de actividades que antes de entrar en crisis te generaban interés e ilusión. Por ejemplo, si antes de deprimirte te gustaba practicar alguna modalidad de deporte, ahora te debes proponer recuperar esa actividad, aunque sea de manera reducida.
Clave 2: Positiva tus pensamientos
Esta práctica es la más utilizada por los psicólogos de orientación cognitivo-conductual. Consiste en aprender a que puedas identificar los pensamientos negativos, que suelen tener carácter automático y semi-inconsciente. Normalmente son breves y muy tóxicos, por ejemplo “soy estúpido”, “jamás conseguiré mejorar”, “todos consiguen lo que yo soy incapaz”, etc.
Una vez identificados debes aprender a sustituirlos por otros pensamientos que tengan carácter realista, lógico, racional y positivo. Por ejemplo, si algo he hecho mal, en vez de pensar “soy un estúpido”, aprenderé a decirme, “que cometa un error no quiere decir que sea un estúpido”. Para poder realizar correctamente este trabajo deberás hacer registros de tus pensamientos negativos e ir cambiando, también por escrito, a pensamientos realistas y positivos.
Clave 3: Desarrolla tu autoestima
Los psicólogos tienen claro que la autoestima es a la salud mental lo que un sistema inmunológico resistente al cuerpo físico. Con un buen nivel de autoestima se hace muy difícil que se desarrolle la depresión. La autoestima está sustentada en un buen autoapoyo dónde nos valoramos y toleramos nuestros defectos.
La práctica fundamental para desarrollar la autoestima consiste en la identificación y eliminación de los pensamientos autocríticos. El mayor enemigo de ti eres tú mismo, particularmente cuando te atacas con pensamientos críticos. Tienes que aprender a hablarte a ti mismo de manera respetuosa otorgándote el valor que tienes por el mero hecho de ser persona. El tratarte bien, como lo haría un buen padre que te transmite su cariño, apoyo y valoración, es clave para que puedas desarrollar tu autoestima.
Clave 4: Desarrolla tu asertividad
La asertividad es la capacidad para saber defenderte de manera no violenta frente a las presiones, exigencias o abusos de los demás. Si tienes dificultad para reafirmar tus puntos de vista ante los demás, saber decir “no” a una petición abusiva, o tomar iniciativas con los demás, posiblemente necesites aprender a desarrollar tu asertividad. Si te sientes incapaz de responder a las exigencias abusivas de los demás, posiblemente esto te haga sentirte débil e inseguro y acabarás criticándote a ti mismo en lugar de ser crítico con los demás.
Clave 5: Desarrolla tu inteligencia emocional.
El saber aceptar y tolerar los diferentes estados emocionales, aunque sean negativos, será una de las mejores ventajas con las que puedes contar en la vida. Si tienes ansiedad, tristeza, temor o rabia y te puedes “controlar” sin que estas emociones te desborden, serás una persona con una buena capacidad de autocontrol. Y claro, si sabes tener tolerancia y aceptación de las emociones negativas, podrás tener una mayor capacidad de disfrute de las positivas.
Clave 6: Afrontar las situaciones
Es frecuente en el trabajo de los psicólogos el atender a personas con un alto nivel de evitación. Esto es, el huir de aquellas situaciones que suponen un alto nivel de malestar: una asignatura que se ha suspendido en varias ocasiones, un encuentro con personas que me hacen sentir inseguro, una persona que me atrae pero que creo que me puede rechazar, el compromiso en una relación de pareja, etc.
La evitación es un mecanismo de defensa que “protege” a corto plazo de no experimentar miedo o ansiedad, pero que a mediano plazo arruina las consecuciones en la vida ya que cualquier objetivo que suponga un cierto grado de temor es evitado y con ello frustrado. Es evidente que la depresión se nutre de la evitación.
Clave 7: Establece objetivos
Una de las características típicas de la depresión es la pérdida de interés por alcanzar objetivos. Las personas siempre necesitamos tener metas, mayores o menores, que poder conseguir en la vida para estar ilusionados y estimulados. El saber establecer objetivos que me ilusiones serán un importante estímulos para superar la depresión y en general en la vida para tener buenos estímulos de superación.
Clave 8: Aprende a relajarte
Otra de las técnicas más enseñadas por los psicólogos es la relajación. Esta técnica es fundamental para que aprendas a aflojar tus músculos y con ello también tu mente. Cuando el cuerpo está relajado, tu aptitud psicológica es más serena y tu manera de pensar se hace menos negativa, aprensiva, obsesiva o rígida.
Clave 9: Aprende a meditar
En los últimos años se han multiplicado las investigaciones de los psicólogos sobre la efectividad de la práctica de la meditación o mindfulness (atención plena). Sus efectos son muy valiosos para el tratamiento de la ansiedad, la obsesividad, las recaídas de tipo depresivo, las enfermedades psicosomáticas, y en general para el desarrollo de la capacidad de aceptación y tolerancia tanto del dolor físico como cualquier tipo de malestar emocional.
Clave 10: Aprender a solucionar los problemas
El saber solucionar los diferentes problemas a los que la vida nos somete es algo que podemos aprender o mejorar a través de estrategias de solución de problemas que han sido bien constatadas empíricamente. Se trata de desarrollar la capacidad de saber valorar adecuadamente los pros y los contras que implica cualquier toma de decisiones para poder elegir adecuadamente.
¿Cómo aplican estos métodos los psicólogos?
Cada persona es totalmente única e individual, por tanto, cada persona requiere un tratamiento personalizado, pero en el tratamiento de la depresión son imprescindibles el aprendizaje para cambiar los pensamientos negativos y autocríticos así como la activación conductual, la realización de actividades que puedan generar un sentimiento de satisfacción y control. Las demás prácticas son utilizadas dependiendo de las necesidades de cada persona.